Almácigos de Tafira

Junto a la autovía de Tafira, dirección a Las Palmas de Gran Canaria, cerca del Vivero Forestal y frente a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se localiza un viejo almácigo de gran porte, con unos 12 metros de altura. Justo a su lado, se encuentra un longevo drago de bella estampa y, dentro de la finca privada anexa, un ejemplar hermano del almácigo. La antigua casa fue comprada en los años 20 del siglo XX por D. Carlos Van Isschot y desde ese entonces los almácigos ya eran considerables. En los años 70 el trazado de la autovía GC-2 amenazaba con la tala de los ejemplares, lo que motivó que D. Luis Van Isschot luchara por la conservación de estos árboles emblemáticos. Incluso, trasladó personalmente esta protesta a Madrid. Gracias a su empeño, uno de los almácigos permaneció en el jardín mientras que el otro, al igual que el drago, quedó a orillas de la vía. Afortunadamente, la línea que trazaron los ingenieros para delimitar la carretera hizo que el almácigo se salvara y hoy podemos seguir admirando tan excelso ejemplar.