Almácigos de la Finca de los Cambreleng

La conocida como Finca de los Cambreleng, en Bandama, fue comprada por D. Felipe Massieu de Bandalés en 1913. Al principio era una hacienda de veraneo, heredada posteriormente por Dña. Concepción Massieu Bethencourt junto a su esposo, D. Antonio López Botas, decano del Colegio de Abogados. De este matrimonio nació Dña. Luisa López Massieu, quien, a su vez, contrajo matrimonio con D. Diego Mesa de León. La finca pasó entonces al hijo de ambos, D. José Mesa y López, de éste a D. Diego Cambreleng Mesa y, en la actualidad, la hereda su hijo, D. Diego Cambreleng, abogado de prestigio. El entorno ajardinado de la vivienda evidencia el especial amor de esta familia por la naturaleza y, en especial, por los árboles, conservándose por ello en la propiedad una gran variedad de especies arbóreas y arbustivas. Entre varios ejemplares destacan dos antiguos almácigos sin duda singulares: uno con porte sinuoso que ha crecido pegado a los muros de piedra de la propia residencia; otro exento algo retirado de las construcciones, con una altura de 12 metros, 22 metros de diámetro de copa y un perímetro de tronco de más de 5 metros, que podría tener una edad superior a los 200 años puesto que D. Diego Cambreleng lo fecha en el año 1815. Como curiosidad nos cuenta que el 3 de enero de 1970 un gran temporal derribó en ese entorno varios pinos piñoneros y, de manera natural, el mismo lugar fue ocupado por ocho nuevos almácigos que ya lucen pletóricos.