Palmeras de La Sorrueda

El palmeral de La Sorrueda, en el corazón de las medianías del sureste, destaca junto a la Presa de Tirajana, por su valor paisajístico y ecológico. La bella factura que le confiere al embalse la policromada escollera de roca natural, que almacena las ocasionales aguas que discurren por el barranco de Tirajana, junto al exuberante Palmeral de La Sorrueda, conforman una singular estampa, imagen icónica de la promoción turística de la isla. En el entorno de la presa de La Sorrueda se congrega el mayor número de palmeras de la isla con unos 2500 ejemplares de Phoenix canariensis, eligiéndose para el catálogo el fragmento de palmeral más cercano al embalse. Afectado por un feroz incendio en el verano de 1994, actualmente presenta un buen estado de conservación y regeneración natural, siendo merecedor de protección como hábitat de interés comunitario. Relevante resulta también la riqueza de la avifauna, conformando el palmeral y las aguas del embalse el perfecto hábitat para muchas especies y un excelente observatorio de la vida silvestre. Las Heredades de Aguas de Sardina del Sur y Aldea Blanca, titulares del sector del palmeral más cercano a la presa, y la Asociación Cultural y Ecologista Imidauen, adoptaron en 2016 un Acuerdo de Custodia para cooperar en la conservación de los valores ambientales y patrimoniales del lugar. Junto al palmeral se encuentra el pequeño caserío de La Sorrueda, un espacio con encanto rodeado de pequeñas fincas agrícolas, datadas del siglo XVI, que mantienen cierta actividad agropecuaria y turismo rural.