Encinas de la Finca de Samsó

El Cortijo de Samsó, en el Parque Natural de Tamadaba, en la planicie alomada que cabalga a más de 800 metros sobre Agaete y Guayedra, acoge múltitud de valores arqueológicos, etnográficos, naturales y paisajísticos, destacando su patrimonio arquitectónico y en especial sus infraestructuras hidráulicas. Considerada la zona con mayor concentración de presas de la isla, con cuatro presas de tradicional factura que beben de una única cuenca, conforma en su conjunto un bello paisaje agroforestal de montaña, combinando cultivos de frutales y fragmentos de bosque con diversidad de especies de flora y fauna. Dos hermosos ejemplares de encina, nutridos por un cercano naciente, la Fuente de los Rosales, parecen con sus grandes cimales querer contener los avances del pinar canario, mermado en su empuje por las llamas del gran incendio de 2019. La familia Samsó, de ascendencia catalana, llegó a Gran Canaria en el siglo XIX. D. José Samsó Henríquez, licenciado en Derecho, Farmacia, Filosofía y Letras, general del Ejército y magistrado del Consejo Superior de Guerra, fue uno de los grandes propietarios de la comarca noroeste de Gran Canaria. Fue en 1939 cuando heredó el cortijo situado en el pago de Tamadaba, adhiriendo posteriormente el Cortijo de Tamadaba a D. Francisco de Armas Merino. En los años cincuenta del siglo XX este monte se consorció, acometiéndose acciones de repoblación que hoy lucen vistiendo de verde este cortijo que aunque privado, sigue ofreciendo generoso sus ramas a las fiestas ancestrales de Agaete y con mimo siguen cuidando los descendientes de D. José Samsó.